Friday, May 10, 2013

Inmortales del Table Dance (II): Las 6 primeras.


Continuamos con este tema, suspendido en el aire por tantos y tantos meses.

Por si no leyeron la presentación de la serie en una de las (muy antiguas) entradas pasadas, pueden echarle un ojo en este enlace:


Ahora , sin más preámbulo, pasemos a los temas que me permito acercar a sus ojos y oídos en esta ocasión:




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Tema: Bed of Roses

Intérprete: Bon Jovi

Categoría: Las Clásicas

Reseña:
Cuando Bon Jovi creó esta canción, estaba en un Table Dance. Yo digo. Y si no lo estuvo, debió haber estado ahí. En serio.

Todo caballero que ha acudido dos veces a un Table, la ha visto interpretada cuando menos una vez.  Es que es un clásico. Debo decir, sin embargo, que no recuerdo haberla visto en muchas de las listas que revisé, durante mi investigación inicial para el acopio de información relativa al tema, sobre todo en las compilaciones norteamericanas. Probablemente se deba a que la letra es ‘demasiado romántica’...


Bitch, please…


Ya dijimos que la letra es lo menos importante. Por el contrario, la música de esta pieza contiene la dosis perfecta de ritmo cadencioso como para agitarse coquetamente, a la vez de contener un par de momentos ‘de fuerza’ en los que la profesional del ramo puede lucir sus más acrobáticas habilidades acompañada de una música más poderosa.

Damas, caballeros, la conclusión es simple: esta es la reina de las rolas del Table. Si alguna vez la tuvieron entre su selección de música ‘romántica’, bórrenla de ahí e inclúyanla en el género apropiado: el del Table.

Grado de Dificultad: Sencillo. Debe cuidarse la opción de agregar algún elemento dramático y/o acrobático en los momentos en los que la música aumenta su fuerza.

En un mundo ideal: Bueno, en un mundo ideal, esta sería la canción obligatoria para abrir la noche en cualquier sitio de Table que se respete. Y contaría con toda la producción necesaria para que, en el momento justo, la intérprete dancística se recostara sobre un gran piano de cola (me refiero a la cola del instrumento musical) y recibiría una lluvia de pétalos de rosas desde algún invisible sitio colocado en la parte superior del escenario. Un cliché más gastado que ese, ninguno. Pero bello al fin.

Pero este mundo no es ideal, y ese montaje escenográfico jamás lo he visto. Tal vez lo encontraré, en algún momento, a la mitad de cualquiera de mis sueños.



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Tema: After Dark

Intérprete: Tito & Tarántula

Categoría: Las Clásicas

Reseña:
Está bien. Esta rola corresponde claramente (también) a aquello que llamamos: un cliché. Lo es. Por todos lados.

Si hasta este momento su memoria no ha identificado de qué canción se trata, se la refresco. Es el tema musical que se utilizó en la película de Robert Rodríguez, From Dusk ‘Till Dawn, durante aquella memorable escena en la que Salma Hayek sale al escenario de un vampírico antro a bailar sensualmente, ataviada en muy breves ropajes, y con un enorme pitón enroscado entorno a su curvilínea anatomía. Con "un enorme pitón" me refiero a una víbora. Dicho momento marca la mejor época de la veracruzana, sin duda alguna. La veracruzana es Salma, no la víbora. 

En fin. Después del tierno momento que he descrito, toda la acción se sale de control, los que son vampiros se convierten en vampiros y, bueno, Salma también resulta ser un engendro vampírico, por lo que termina muriendo de forma horrible, como debe morir todo vampiro que se respete.


Más allá de esta parafernalia de sangre, estacas, fuego y gritos acolmillados, la canción cuenta con lo necesario para entrar en este listado: es cadenciosa, cachonda y cuenta con fases de crescendo que permiten, tanto a la ejecutante como al espectador, sobresaltarse lo necesario como para no caer en el aburrimiento.

Nunca he sabido si ‘Tito & Tarántula’ son una banda existente y aún en funciones, o si fue una de esas agrupaciones musicales que Rodríguez y Tarantino manufacturan ex profeso para algunas de sus películas.

Lo que sí sé es que la canción, la única que le conozco a dicho dueto, grupo, sonora o lo que sea, les salió lo suficientemente bien como para ser recordada. Cuando menos, por mí. 

Grado de Dificultad: Sencillo. Usted ya cuenta con la película, así que simplemente puede imitarla un poco e innovar otro tanto.

En un mundo ideal: En un mundo ideal, Salma no tendría un esposo francés, podría seguir bailando esta canción, y viéndose exactamente igual de irresistible. 



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Tema: Three O’Clock Blues

Intérpretes: B.B. King y Eric Clapton

Categoría: De los Grandes

Reseña:
Esta es una de esas piezas de melancólico blues que erizan la piel desde la primera nota. Si usted llega escucharla y no siente como que le sobra la ropa, programe una cita con su médico, y pídale que se la arranque. La ropa.

Los ejecutantes de la pieza, no pueden tener mayor altura: no la hay. B.B. King, bueno, es B.B. King. Canta como sólo él puede hacerlo y, a la vez, manosea a Lucille (Lucille es su guitarra, para los no enterados) con esa capacidad única que el moreno de Mississippi tiene para lograr que ella grite con esa mezcla de placer y dolor que solo puede generar el blues. Como si esto no fuera suficiente, se hace acompañar por uno de los mayores monstruos de la guitarra con los que aún tiene el honor de contar la humanidad: Eric Clapton. Si en la canción quedase cualquier microscópico espacio exento de gloria que hubiesen dejado libre B.B. King y su guitarra, éste lo llena y rebosa Clapton con la propia. Notas de blues, puro, desgarrador, ardiente e inigualable.

Fuera de esto, hay poco más que pueda decirse de esta obra maestra. Óiganla. Ahorita. Ya. 

Grado de Dificultad: Mediano. Si bien la música y su cadencia son un verdadero monumento al erotismo, esta es una pieza con una duración superior a los 8 minutos y medio. Si la ejecutante no aporta creatividad a su desempeño en el escenario (o la habitación, según sea el caso) podría conducir hasta al aburrimiento y/o al abucheo. Pero sigue siendo una pieza digna de abordarse como reto.

En un mundo ideal: En un mundo ideal, nadie conocería al reggaetón, ni la bachata, ni el tribal. Y lo único digno de llamarse ‘música cachonda’ sería el blues, y tal vez alguna otra pieza selecta del jazz, funk y swing. Pero, lamentablemente, la humanidad aún no alcanza tal nivel de refinamiento.



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Tema: Temptation

Intérprete: Diana Krall

Categoría: De los Grandes

Reseña:
Una línea de bajo. Guitarra. Más bajo. Percusiones. Más bajo. Un piano tan sutil como una caricia de seda. Mínima instrumentación. Eso es lo que ofrece la canción. El inicio, ese bajo del que les hablo, cadencioso, no se conforma con regalarnos tan solo la base rítmica, sino que prácticamente construye la melodía desde el fondo -un fondo animal, pretérito, más allá de nuestro civilizado control de la lujuria- y prepara, no una pieza musical, sino un ambiente. Es todo un grande, ese bajista, no cabe duda. Pero...


Pero… nada nos ha preparado para el mejor instrumento de esta pieza musical: la voz de Diana Krall.


Varias veces lo he dicho y no me canso de repetirlo: la voz de Diana Krall debería ser ilegal. En serio. Desborda sensualidad, erotismo, provocación, descaro… y elegancia. Diana Krall no canta las canciones: las va lamiendo sobre tu piel.

Una de las mejores intérpretes vocales de nuestro tiempo con una voz grave, pero dulce y cálida. Manejada como sólo ella sabe hacerlo.

Escuchar a una voz así, hablando acerca de las tentaciones, con ese ritmo y esa cadencia… es un atentado fatal dirigido a dar muerte a cualquier forma del recato.

Si usted no tiene licor para embriagarse, no se preocupe, ponga a Diana Krall con esta canción, y no le hará falta. Lo dejará borracho, estúpido y listo para hacer cualquier locura.

Grado de Dificultad: Mediano. El ritmo pudiera parecer no tan claro o tan marcado como en otras piezas musicales: es jazz, es blues, es rumba, es todo. Sin embargo, obliga a moverse y a seducir casi de manera natural. Disfrutarla y dejarse llevar es el mejor consejo que se me ocurre aportar.

En un mundo ideal: En un mundo ideal, Diana Krall y esta canción serían requisito indispensable, y obligatorio por mandato de Ley, para que sólo después de su interpretación decente se le permitiera a cualquier fémina del planeta atreverse a llamarse ‘cantante’. Todas las Anahís, Belindas y Nineles Condes del mundo estarían condenadas a su desaparición inmediata de cualquier escenario. Y el mundo, entonces, sería mejor.



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Tema: Cream

Intérprete: Prince

Categoría: Joyas perdidas

Reseña:
Bueno, Prince (o el símbolo extraño que desde hace algunos años lo representa) podrá estar tan olvidado como ustedes quieran, pero, si bien hoy en día (para algunos) carece de presencia y actualidad hay algo de lo que jamás careció: talento musical.

Este tema que traigo hasta sus ojos es un ‘funksito cachondo’, que es perfecto para moverse con soltura por cualquier escenario, con o sin ropa puesta.

El tema tiene otra ventaja: fue lanzado al público con su correspondiente video. En él, el intérprete aparece acompañado por dos modelos de gran belleza y parecido entre sí, que interactuaban con él en varias muy sensuales coreografías. Por supuesto, es aquella tan popular fantasía de: “Tú... yo... y tu hermana gemela… no sé, piénsalo.” En fin. El caso es que los bailecitos les salieron tan bien, que Prince acabó casándose con una de las dos muchachas.

La rola, para mi tristeza, tiene muchos años sin ser programada en ninguna estación de radio (creo) y, sin embargo, es plenamente vigente e indispensable en este humilde listado. 

Búsquela, escúchela, véala y báilela. No hay más.

Grado de Dificultad: Sencillo. Usted ya tiene el video. Sólo revíselo y entre en el personaje que mejor le parezca, porque hay varias y varios. Recuerde, ante todo, que el Table Dance no es una cuestión de técnica, sino de actitud. Ahí, reside todo.

En un mundo ideal: En un mundo ideal, Prince y su bella esposa no hubieran perdido un bebé. Después de eso, se separaron. La carrera de El Artista, ha tenido subidas y bajadas desde entonces. Sin embargo, sigue haciendo música, aunque ya no la escuchemos tanto como antaño.



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Tema: Inertia Creeps.

Intérprete: Massive Attack

Categoría: Joyas Perdidas

Reseña:
Los primeros 47 segundos de esta pieza musical pueden asustar a cualquiera. Son una especie de 'fuga duotónica', con ritmo indetectable y difusa instrumentación, que aterrarían a cualquier persona que intentase bailarla, con fines 'teibolísticos' o no.

Sin embargo, después de este intro de dudosa cadencia y casi nula carga erótica, viene el cambio. Y comienza un ritmo de tambores con cadencia africana, que orilla a un contoneo casi inevitable a cualquier cadera que se precie de serlo. Esto se acompaña de una instrumentación electrónica y una voz casi susurrante que nos cuenta cosas sobre la inercia y el movimiento lento de algo... o alguien.

Del disco ‘Mezzanine’ de Massive Attack, esta pieza es una de las varias que convirtieron ese álbum en una especie de leyenda de la música electrónica. Sin dejar de estar plagado de sampleos y tonos generados por sintetizadores y secuenciadores… contribuyó a romper con el concepto de ‘música de atari’ o de ‘rave’ que la mayoría de los grupos de electrónica tenían hasta el momento.

Si usted la escucha y no siente ni tantitas ganas de menear el rabo, mis condolencias.

Grado de Dificultad: Mediano. El inicio es tan indeterminado que puede hacer caer a cualquiera en el pánico y/o la inmovilidad. El ritmo que estalla después parece, por momentos, algo tan primitivo que puede hacer que a usted le dé por bailar como aborigen. Sin embargo… con un poquito de sensibilidad y calor en la sangre, es una pieza digna de cualquier escenario, público o privado.

En un mundo ideal: En un mundo ideal, la música electrónica sería más como esta, y no como aquella de la que se ha inundado tanto al planeta.







Y, por hoy, eso todo, amigas y amigos que leen estos renglones retorcidos, y cuya lectura agradezco de corazón. Conforme avancemos en las entregas, iremos haciendo una ‘Lista Compilatoria’ en la que únicamente se listen las canciones y los intérpretes, para pronta referencia, en la entrada de presentación del presente tema, es decir, en la que se publicó la semana pasada.


Por leer, muchas gracias. Sus comentarios y difusión, serán siempre agradecidos. 


¡ACTUALIZACIÓN! 

Como de la vista (y el oído) nace el amor, dejo aquí los videos de las canciones de esta lista que me fue posible encontrar para que, si ustedes gustan, escuchen los temas que les hayan llamado la atención.










Video "Cream", de Prince <-- Esta es la liga al video de Prince, pero por alguna razón no me permite insertar directamente el video en el blog.










Friday, May 03, 2013

Inmortales del Table Dance




Está bien. Llevo un tiempo, entre largo y eterno, tratando de incluir una entrega semanal en el blog, con el incierto nombre que ustedes han leído ya en el título.

¿Pero por qué de eso? ¿si podríamos escribir sobre el amor, la poesía, el devenir existencial de nuestras vidas, la política, la defensa de los desvalidos o la paz mundial? Bueno, la respuesta es: porque sí.

Pero explico.  Tal vez la cuestión sea pueril, vanal e intrascendente. Y sin embargo, hay puntos que, sin duda, son dignos de analizarse al abordar un tema como el del entretenimiento para adultos, en cualquiera de sus formas. Y en este caso, no me pareció tan malo referirse a aquel que tiene como principal ingrediente el baile erótico de una persona, mientras se despoja de sus ropas.

Antes de iniciar con esta profundísima disertación en la materia, aclaro unas cuantas cosas:

1.       La intención aquí NO es defender al ‘Table Dance’ como una forma de entretenimiento digna de aplauso (aunque, sin duda, se gana cientos de miles de aplausos al año…) a la luz del contexto social que lo motiva,  entendiendo que se trata de una actividad a la que muchas mujeres son arrastradas día con día por falta de oportunidades, o por amenazas de grupos delictivos dedicados a la trata de personas. Y sí, se sabe que en algunos casos, algunas mujeres laboran ahí por convicción propia. Pero no se trata de defenderlo y, ni siquiera, de analizarlo como fenómeno social.
2.       Tampoco, y más allá de la vertiente social antes descrita, se trata de contribuir a acrecentar ese aura de “lugar romántico-decadente por excelencia” o “inspiración de los poetas malditos”  que muchos le atribuyen al Table, o presentarlo como el “sitio de sublimación de las pasiones en el que el amor se viste de realidad y pierde las excusas para, finalmente, ser lo que es realmente: una transacción.” No. No creo en ninguno de esos postulados ni los considero como defendibles, al menos para mi propio contexto y concepción de las emociones humanas y sus relaciones.
3.       No percibo al ‘Table Dance’ como la torpe excusa ni el patético sustituto al que acude el hombre en busca de ‘cariño’ y/o a sentirse ‘conquistador’ a cambio de generosas donaciones de efectivo.
4.       No me la paso en el Table. En serio.

Y ya. No se me ocurre algo más que debiese ser aclarado.


Entonces, ¿de qué se trata todo esto?


Bueno, sí se trata de algo. Del Table Dance, por supuesto, pero, sobre todo, de la música apropiada para el Table Dance.

¿Cómo que apropiada?

Digamos que… cada quién tiene sus gustos y sus juicios. Y hasta sus prejuicios. Habrá cientos, tal vez miles de hombres y mujeres que suponen que basta largarse un reggaetón cualquiera en el sistema de sonido, y que eso es suficiente razón para que una dama agite sus curvas y se vaya quitando la ropa.

Yo… discrepo profundamente de esa idea tan simple y reduccionista. Y pinche, además. ¿Cómo reggaetón?

Si bien, a la hora de ponerse cachondos no hay mejor o peor música… no hay duda de que hay atmósferas mejor creadas que otras. O, cuando menos, mejor musicalizadas.

Ante todo, hay que decir algo: una profesional del ramo probablemente se reiría hasta partirse la mandíbula de toparse con estas ridiculeces que escribo. En el table, la mayoría de los clientes demuestra muy poca exigencia en lo que a música respecta. Y en otros aspectos… probablemente también. Aunado a esta falla de origen, está el alcohol que suele consumirse en estos lugares, y que en la mayoría de las ocasiones alcanza niveles de ingesta equiparables a la cantidad de agua marina que se tragó el Titanic. Es decir, se bebe en cantidades industriales y, como en algunos sitios lo que te dan son alcoholes –literalmente- industriales, la combinación de gran cantidad + mínima calidad hace que los niveles de exigencia decaigan aún más, muy rápidamente y en todos los sentidos.

Todo este inútil párrafo anterior quiere decir que la profesional del ramo suele trabajar frente a un público que no demuestra tener expectativas demasiado elevadas. Creo yo. 

Por esa razón, para una bailarina de table, el ponerse quisquillosa en la selección musical, o las rutinas de danza, pudiera significar un innecesario gasto de tiempo y energía. Aunque hay casos de profesionalismo, más allá del deber, en cualquier lugar.

Pero…


¿Qué hay de la bailarina amateur? ¿O hasta del bailarín improvisado, si nos mostramos incluyentes? ¿Qué ocurre cuando una persona neófita en el tema quiere hacerle un balecillo erótico a su pareja? Es a usted, dama, señora, señorita, y tal vez hasta caballero, a quienes va dirigida esta humilde serie de sugerencias. Usted puede tomarlas o no tomarlas, pero, al final, como todo bloggero, yo me conformo con que usted se digne a leerlas.




LOS ANTECEDENTES Y EL ACERVO.

Ya. Juro que este es el último preámbulo antes de comenzar a ametrallarlos con canciones.

Hago un rápido recuento de antecedentes: hace algunos años, por razones completamente divergentes del tema, me puse a armar una lista para el iPod llamada “Inmortales del Table Dance”. Al comenzar a intentar recordar temas que pudieran ser usados como fondo musical para un baile de esta naturaleza, me topé con que no recordaba casi ninguno. O muy pocos. 

En mi intento por dar con sugerencias para alimentar mi lista, sin tener que ir a gastar el dinero y el apellido en todos los ‘tables’ de la ciudad, busqué en internet la existencia de listas, que en algún momento dado hubiesen elaborado hombres y mujeres preocupados como yo por el arte y la cultura.

Curiosamente, encontré una ausencia casi total del tema en la red. No sé cómo sea ahora, esto fue hace ya más de un lustro pero… sí me pareció una carencia casi imperdonable. La mayoría de los listados que encontré fueron en inglés, elaborados por algún gringo calientón, que ponía mucho énfasis en canciones muy gastadas y, también en canciones cuyas letras eran claramente eróticas y, en su norteamericana mentecilla, alcanzaban perfectamente a colarse en cualquier table dance y ser muy aplaudidas.

¡Oh, carencia de carencias! ¡Oh, enanismo mental del anglosajón promedio! 

¿Cómo va a ser posible que el único criterio para elegir canciones con estos fines, sea la letra? ¡Voto a la furia Chechena que…! En fin.

Debo decir que yo doy poco peso a eso de las letras. Si me dan un salmo con música lo suficientemente cachonda como para meterlo en la lista, yo lo meto. La letra me resulta lo de menos. Si me dan una que hable de amor y desamor, también. O de ira y dolor. O del tremendo contexto de desigualdad social que priva en el mundo... también. Me importa un cuerno, siempre y cuando la canción sirva para lo que yo creo que puede servir. 

¡Ah! Y volviendo al tema del reggaetón, habrá quien me lo defienda como la música más cachonda del mundo. Y sí, he visto videos de reggaetón con algunas bellezas tropicales que se contonean con un talento de infarto al ritmo de ese popular… ‘género musical’. Y además, ¿qué más teibolero que las letras de un reggaetón? “Mami yo te doy” “Mami tú me prestas” “Mami, mami, mami…”

Mami.



Es tan Edípico que lo descarto de antemano y les comento que no encontrarán aquí una sola pieza de reggaetón. A menos que alguien me convenza.


Esto me lleva a lo del acervo.

Ustedes dirán: ¿y para qué este imbécil me receta tres cuartillas de antecedente si va a sugerir una estúpida lista de 10 temas que –de seguro- ya todos conocemos?

Y bueno.



En realidad son 79.


Hasta el momento. Si ustedes tienen alguna sugerencia y al autor del blog (osea yo) le parece MUY BUENA, la lista podrá aumentar.

Pero por lo pronto, iniciamos con estas 79 canciones.

No tendré el tiempo suficiente, en esta ocasión, para listar ni siquiera las que conforman la primera categoría pero… al menos les contaré las categorías, que son 10:

  •        LAS CLÁSICAS
  •        LAS DE LOS GRANDES
  •        LAS DEL ARRABAL
  •        EL NOMBRE ES BOND… JAMES BOND
  •        EN ESPANIOL
  •        JOYAS PERDIDAS
  •        LAS QUE NO IMAGINABAS
  •        POWER BALLADS
  •        RAREZAS
  •        ROCK N’ ROLL IS KING


Y ya.

Así que… si gustan acompañarnos en este viaje, aquí estaremos, próximamente.

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