Friday, March 07, 2014

México lindo y querido, si muero lejos de ti...

Hace meses que no me dedico a escribir nada. Pero hoy, al leer el artículo de una dama llamada Diana González, se me vinieron las letras a los dedos. El artículo en cuestión se titula: Y del oro de Cuarón, ni el brillo para su patria. Sí, SU PATRIA. Como leyeron. Os conmino a todos, mexicanos que se precien de serlo, a rasgar sus venerables vestiduras y dejarse caer rodillas en tierra para elevar el dolor de sus gargantas a los cielos. ¿Por qué, Cuarón? ¿Por qué, ¡oh! Alfonso? ¿Ponchito? ¿Qué te hicimos para que no nos mencionaras en tu discurso del Óscar? ¿En qué oscura región de tu marchito corazón comenzó a anidar el rencor para brindarnos semejante desaigre? En ese tono se desgrana, y desangra, el planteamiento de la prócer González, aludiendo a la omisión de la palabra "México" en el discurso de Cuarón en la pasada entrega Óscar. Para el que no quiera creerme, el vínculo al (mediocre) artículo, es este: CLIC

Lean y rían.

Y es que, en serio, el grado de drama juanescutiano que maneja el artículo, es para reírse. Lo triste aquí, tal vez, es que no se trata de un artículo publicado en el blog de una resentida estudiante de alguna grisácea escuela de cinematografía del país, sino de un escrito publicado en un medio que ya ha ganado cierto crédito y respeto: Reporte Índigo. No me voy a poner a analizar palabra a palabra lo escrito por ella, ni a intentar una apología del 'self-made man' o un ejercicio desvinculante de los valores patrióticos y los cinematográficos. Ni siquiera lo considero necesario: si llegan a leer el artículo, y los comentarios que le siguen, encontrarán muchos que ya hicieron eso y con mayor clase de la que yo podría lograr. 

En defensa de la objetividad, aclaro también que no soy ni seré un fanático irrenunciable de los trabajos de Alfonso Cuarón. Y no, no sé nada, NADA, de cine, pero: "Grandes Esperanzas" me pareció muy buena, aunque más por el soundtrack que por otra cosa. "Y tu mamá también" es una de las películas menos interesantes que he visto en mi vida, además de encontrarla más pretenciosa que cualquier comercial al estilo "Entonces no se puede... entonces sí se puede." En serio, me caga esa película. De los otros trabajos de Cuarón, vi solamente tres: "Harry Potter y el Prisionero de Azkabán", que me gustó bastante aunque, bueno... es Harry Potter; luego están "Los Niños del Hombre", que en realidad me aburrió, y... "Gravedad", que sí me gustó. Me gustaron 3 de 5 y hasta ahí.  


Habiendo aclarado lo anterior, ¿qué hay qué decir, entonces, sobre el comentario de la dama que se pregunta por qué Alfonso Cuarón fue tan egoísta, 'malinchista niño bien', revanchista e hijo de la chingada (así lo dice, léanlo), que no la mencionó a ella con nombres y apellidos, así como a todos los mexicanos? Bueno, hay qué decir que es una imbecilidad digna un Óscar. Pero ¿para qué argumentar, si ahí está la historia? Pues sí, en lugar de argumentar, mejor relato. Les cuento que los norteamericanos, entre otras virtudes, tienen la de registrar muchas de las tonterías que hacen por diversión. Existe, entonces, en el sitio web de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, una base de datos que permite buscar fácilmente TODOS los discursos de aceptación del Óscar, que se han dicho como desde 1940. En menos de dos minutos, encontré los discursos de aceptación de todos los galardonados con el Óscar a Mejor Dirección. No leí todos, pero sí leí todos los de los directores extranjeros, es decir, los no-norteamericanos, hasta 1980. Sí, tampoco iba a seguirme hasta 1940, oigan, hay que hacer como que uno trabaja.

Así que, con la idea de encontrar cuáles son los usos y costumbres de los directores extranjeros cuando reciben ese galardón, aquí se los voy listando, para que tengamos un parámetro que nos permita determinar cuál es el grado real de maldá, malinchismo y desarraigo de nuestro flamante director oscareado, Alfonso Cuarón. 


Comienzo del más antiguo al más reciente:

Año: 1983
Galardonado: Richard Attenborough
Nacionalidad: Inglés
Película: Gandhi

Pues no, don Richard... perdón, SIR Richard, no mencionó a Reino Unido, Gran Bretaña, Inglaterra o, cuando menos, Londres. Mencionó a India. Imagino la cantidad de personas que lo abuchearon a su llegada a su país natal. Inaceptable. 


Año: 1985
Galardonado: Milos Forman
Nacionalidad: Checoslovaco (de cuando Checoslovaquia existía... hoy no sé si sea Checo, o Eslovaco)
Película: Amadeus

El buen Milos tampoco hizo una dedicatoria de su premio al gran pueblo checoslovaco ni nada por el estilo. Mencionó, eso sí, su orgullo por: "esta gran película americana, en la que colaboraron muchos técnicos y artistas checoslovacos". Y eso fue todo, en lo que a amor patrio se refiere.


Año: 1988
Galardonado: Bernardo Bertolucci
Nacionalidad: Italiano
Película: El Último Emperador

Pues nada, tampoco dedicó un carajo al pueblo italiano. Se dijo italiano y europeo, para referir que siempre había visto muy lejanos esos premios llamados 'óscar'. Se dijo víctima de esa súbita fama que le acarrearon sus nueve nominaciones y... habló de su colitis. Agradeció, eso sí, al gobierno...

... de China. 

No al de Italia. No a los italianos. A China, pues ahí hizo la película. ¿No hay lógica en ello? ¡No! ¡No la hay! Debió agradecer a los italianos y dedicarles su premio... ¿no es un deber patriótico hacer eso? 


Año: 1996
Galardonado: Mel Gibson
Nacionalidad: Australiano
Película: Corazón Valiente

Freeeeeeeeeedoooooommm! gritó el actordirectorproductor en el momento climático de la película con la que se ganó el Óscar. Y sí. Se liberó. Dijo su discurso, que también estuvo libre, libre de toda mención al pueblo australiano, o a Australia. O de algo remotamente patriótico. Agradeció a la gente, con nombre y apellido, que él consideró como la más relevante para lograr su película. Agradeció a su familia. A Dios. Y adiós. No dijo más. 


Año: 1997
Galardonado: Anthony Minghella
Nacionalidad: Inglés
Película: El Paciente Inglés

Estos ingleses con un caso. ¡Unos despatriados, por dios! Miren, no son ni para cantar el himno nacional en el escenario, como seguramente debió hacerlo Cuarón. Nada. Minghella agradeció a su gente, a su familia, al staff de la película. En fin. Pero de la tierra que lo vio nacer, ni sus luces.


Año: 1998
Galardonado: James Cameron
Nacionalidad: Canadiense
Película: Titanic

Pues los canadienses tienen fama de ser extremadamente nobles, educados y corteses. Pero, con todo y eso, este Cameron también se olvidó de la patria. Igual agradeció a actores, productores, staff, familia, amigos... y ya. No se bañó en miel de maple, porque toda la miel la puso en la película. Y, además, porque de seguro también es un malinchista. 


Año: 2000
Galardonado: Sam Mendes
Nacionalidad: Inglés
Película: Belleza Americana

Bueno, de entrada aquí todo se presta a la confusión. El premiado durante el año 2000 fue Sam Mendes. ¡Mendes! ¿Me comprendes, Mendes? Este debe ser mexicano. A huevo. ¿Cómo puedes apellidarte Mendes y no ser mexicano? Pero... resulta que es inglés, y su película se llamó 'Belleza Americana'. ¿Y de patriotismo cómo anduvo? Pueees... les digo que los ingleses son un caso de despatriación pura. Este, ni 'Dios salve a la Reina' dijo. La única velada mención que hizo del pueblo británico, la especificó agradeciendo únicamente a la compañía del teatro Donmar Warehouse, en Londres. No al pueblo o la patria.


Año: 2003
Galardonado: Roman Polanski
Nacionalidad: Polaco
Película: El Pianista

Aquí la cosa cambió un tanto: resulta que este director polaco tenía 'ciertos problemitas' con  la justicia norteamericana, y probablemente temía que le quisieran a dar el 'óscar polaco' (el que entendió, entendió). El caso es que, con la prudencia que es aconsejable en un caso así, decidió no asistir a la ceremonia de premiación. No obstante, se llevó el Óscar. O se lo llevaron, pues. Y no hubo discurso. Menos patriotismo que eso, imposible. Las Dianas González de polonia seguramente aún se revuelcan del coraje. 


Año: 2004
Galardonado: Peter Jackson
Nacionalidad: Neozelandés
Película: El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey

Aquí sí, brindemos un aplauso al Sr. Jackson. Bueno, uno leve. Resulta que él sí agradeció al elenco y staff que colaboró con él en Nueva Zelanda. Tal vez porque la película se hizo de principio a fin en Nueva Zelanda. No sé si eso habrá influido en su patriotismo, pero bueno, los mencionó. Y no, tampoco cayó de rodillas, con el rostro bañado en lágrimas, anunciando la grandeza de su patria y su gente, como debió haberlo hecho, pero ya hubo avance. Creo. 


Año: 2006
Galardonado: Ang Lee
Nacionalidad: Taiwanés
Película: Secreto en la Montaña

Este, pa´que vean, sí fue decente. Primero agradeció a quienes participaron con él en el rodaje de la película. Al final de su discurso, agradeció a la gente de Taiwán, Hong Kong, China. Agregó una frase en mandarín. Bonito, patriótico. Cual debe ser. 


Año: 2009
Galardonado: Danny Boyle
Nacionalidad: Inglés
Película: Quiero ser Millonario

En serio: ¿quién traduce al español los títulos originales de las películas? Ya sé que no estamos hablando de eso, pero no jodan, Quiero ser Millonario parece un artículo de Selecciones del Reader's Digest. De verdad, pudieron buscar un título que se acercara más a una traducción que hiciera justicia a 'Slumdog Millionaire'. En fin. El tema es que Danny Boyle, extraordinario director, ganó un merecido Óscar. Y agradeció. ¿A quién? Bueno, de entrada, bailó como 'Tigger' de Winnie Pooh. Agradeció a su familia, a su equipo, a los actores. Cerró agradeciendo a la gente en Mumbai (Bombay), India, lugar en el que se filmó la película. ¿Y de su patria? Nada de nada. Les digo que los ingleses son la crema y nata del desarraigo. 


Año: 2011
Galardonado: Tom Hooper
Nacionalidad: Inglés
Película: El Discurso del Rey

¿Ya se fijaron cuántos ingleses han ganado óscares al Mejor Director en los últimos 25 años? Pues no son pocos. En fin. El caso es que el Sr. Hooper tampoooco agradeció, dedicó la faena o mencionó en modo alguno a su patria. Fue políticamente correcto, felicitó a los demás nominados, agradeció a los actores y colaboradores de la película, y relató la anécdota de cómo su madre, australiana, fue quien le dio la idea de hacer esa película, y le dedicó la estatuilla. Es todo. 


Año: 2012
Galardonado: Michel Hazanavicius
Nacionalidad: Francés
Película: El Artista

Y bueno, Michel Hazanavicius, emocionado, agradeció a los actores, productores... y hasta al perro. Sí se acuerdan del perro, ¿verdad? Imagínense, le dio las gracias hasta al perro... y a Francia ni la mencionó. ¿Cómo puede permitirse eso? El pueblo francés debió meterlo a Spandau en cuanto puso un pie de regreso en su patria.


Año: 2013
Galardonado: Ang Lee
Nacionalidad: Taiwanés
Película: Una Aventura Extraordinaria

Nuevamente, repitió Ang Lee. Y repitió su dosis de decencia. Agradeció a los actores, al staff y, claro, a Taiwán, en especial a la ciudad de Taichung. Cabe también apuntar que... ahí rodó la película.  No sé si tenga que ver. Pero de que es patriota y bueno, lo es. No como otros cuarones que andan por el mundo.


Y el que siguió, todos lo sabemos, fue Cuarón. 

Quince discursos. Catorce directores. Uno de ellos, Milos Forman, agradeció a los compatriotas que trabajaron en su película, aunque no fue filmada en su país. Otro, Peter Jackson, también mencionó a sus compatriotas, pero la película sí se filmó en su país. Sólo uno hizo gala de patriotismo, dos veces, y mencionó a su país en sus dos discursos, pese a no haber filmado ahí una de las dos películas. Ang Lee. Uno.

¿Cuál fue el pecado de Cuarón? En su discurso, agradeció a varios mexicanos con nombre y apellido: a su hijo, al Chivo Lubezki, a Alejandro González Iñárritu, a Guillermo del Toro... dijo unas palabras en español, que aún no aparecen traducidas en el sitio de los óscares... en fin. Pero no dijo: "este Óscar va para México y todos los mexicanos". 

Mi pregunta es: ¿por qué tendría qué haberlo hecho? La película es una co-producción Británica-Estadounidense. Fue rodada en el Reino Unido. Los mexicanos que colaboraron de manera más relevante en ella fueron apropiadamente mencionados en el discurso. Incluso, mencionó a algunos que no participaron directamente. ¿Qué más tenía que haber hecho Cuarón para que la dama de Reporte Índigo y tal vez algunos otros mexicanos no lo consideren un malinchista malagradecido? No lo sé.

Debo decir que, al final del artículo de Diana González, se percibe un guiño de perdón, apología, reconocimiento o algo parecido hacia Cuarón, y una suerte de crítica hacia México y los mexicanos. Lo celebro y reconozco, pero... el resto del artículo se deshace en frases y calificativos que van completamente en sentido contrario. Perdón pero... si la intención era hacer una defensa de Cuarón por la vía de la psicología inversa o la ironía retórica... no lo logró. Vuelvo a referirme a la cantidad de comentarios en contra del mismo y encuentro algo que he visto muchas veces al escribir por trabajo o por hobbie: si lo que escribiste no se entiende como tú querías que se entendiera, no es culpa de quien no lo entiende, sino de quien lo escribe. Si se trató, entonces, de una falla en el estilo y composición de la muchacha, la pregunta entonces iría hacia quien edita y publica los contenidos de Reporte Índigo. ¿Qué no lo leyeron? No se trata de 'una crítica atinada y objetiva a un sobredimensionado, y seguramente efímero, idolito mexicano'. Se trata de una injusta, rastrera y torpe puñalada textual a un director de cine, por la razón más imbécil que pudiera pensarse: no mencionar en su agradecimiento a un país que, perdón de nuevo, no le ayudó en nada a hacer ESA película en específico. 

Si antes de escribir y publicar eso, hubieran tenido el cuidado de leer la breve rueda de prensa que tuvo Cuarón tras bambalinas, hubieran encontrado a un tipo diferente al que describen en su artículo. O al menos así lo percibo. Entre preguntas y respuestas, Cuarón reitera que la película no es mexicana, pero también declara con orgullo su origen mexicano y, especifica: chilango. Afirma que quiere ver más trabajos de películas mexicanas, hechas por mexicanos, en locaciones mexicanas. Para acabar pronto, menciona a México y los mexicanos, como 15 veces. ¿Qué más hacía falta?

¿Hubiera sido bueno que Cuarón se viera tan patriota como Ang Lee en su discurso de aceptación? Tal vez. ¿Era imprescindible? No. ¿Es justo llamarlo malinchista, revanchista e hijo de la chingada por no hacerlo? Definitivamente no.

Comencé diciendo que no admiro todos los trabajos cinematográficos de Alfonso Cuarón. Pero "Gravity", sí. Y el reconocimiento que por ello ha recibido, me enorgullece como mexicano. Llámenme sentimental, pero así es. 

No voy a caer en la gastadísima metáfora aquella de los mexicanos y la cubeta de cangrejos. Pero, en serio... si no lo aplauden, cuando menos no lo jodan. 

Sé que el artículo de Reporte Índigo no representa el pensar y sentir de México, ni de la mayoría de los mexicanos. Vaya, creo que tan solo manifiesta la indisposición hepática de un grupo de trasnochados que se puso tras un teclado en un mal día, para escribir y publicar un sinsentido. Pero me hizo pensar que, si en México nos dedicáramos más a trabajar por alcanzar el reconocimiento del mundo haciendo bien lo que nos apasiona, tal vez dejaríamos de aspirar a una 'grandeza colectiva' alcanzada por logros ajenos y, entonces, podríamos empezar a pensar en ser un mejor país, sin esperar que nadie nos dedique nada.


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Nota: Si alguien, alguna vez, quisiera buscar discursos de aceptación del Óscar, ya sea para responder a un inútil derrame de texto como el que se publicó en Reporte Índigo, o por pura diversión, el vínculo es este: