Monday, October 13, 2014

DE CARTONES PROPIOS, ENTRADAS RÁPIDAS Y DERECHOS HUMANOS







Bueno, buenas noches a todos. De nuevo voy con una entrada rápida, corta... de esas que no me gustan. Ya luego les explicaré por qué, y cuál es el conflicto que ello me causa con el #RetoBlog. 

Sin embargo, esta es una gran oportunidad para poner otro... ¿cómic? ¿meme? ¿meme cómic? ¿rage cómic? En fin. Una composición gráfica de mi autoría. No les había contado, pero luego me da por hacer memes y cosas así. Hay un par de cosas mías por ahí flotando en 9gag... pero bueno. ¡Ah! Y el meme de la Rana René (Kermitt, para los menores de 3 años que nos leen) y Osorio Chong en una de mis entradas anteriores (esta), también es mío, lo aclaro para deslindar responsabilidades y, claro, prevenir posibles plagios. (Sí, seguro) 

Sé que es un cómic injusto. Sé que exagera los hechos que se han venido dando en México. Sé que el Ejército Mexicano probablemente no es el mayor o el principal de los participantes en los hechos en los que se ha caído en abusos a los derechos humanos y transgresión de la Ley. 

Es cierto. Y sin embargo... la imagen que vuelve a dar México ante el mundo, respecto de sus autoridades en general, sean policiales o militares... es vergonzante. Y no, no me hace eco únicamente la supuesta solidarización de Umberto Eco con las víctimas de Ayotzinapa en Guerrero... es que, de verdad, no tenemos ni idea del impacto que acciones como esa tienen a nivel internacional.

Todo ese teatro, o bueeeno, no le llamemos teatro. El esfuerzo que haga cualquier gobierno, de la extracción partidaria que gusten o manden, para posicionar a México ante el orbe como nación cambiante, se va directito a la chingada con hechos como lo ocurrido en Tlatlaya, en Ayotzinapa en... ¡tantas partes! 

Me molesta. Y me molesta, precisamente, por ser algo injusto. Los hechos, y las consecuencias, ambos son enteramente injustos. No todos somos así. No todos los militares son así. No  todos los elementos de las fuerzas federales de la policía son así. No todo policía estatal o municipal, es así. Y, sin embargo... las acciones de unos pocos, terminan convirtiéndose en el hermoso acto de arrojar una cubeta llena de mierda a un ventilador encendido a toda velocidad. ¿Saben lo que pasa? Sí. Nos salpica a todos, sin excepción.

¿Es un problema de instituciones? ¿De educación? ¿De genética? No lo sé. Algún día les plantearé mi teoría de que, por mucho que nos duela, nuestras autoridades nos representan. Sí, gobiernos, legisladores, políticos, policías... nos representan. Representan el día a día de ese mexicano al que le valen madre tantas cosas, el que golpea a su esposa, el que se acuesta con las que puede... "psss... porqueaiquesercabróon", el que se pasa el alto... "porque chinguen a sumadre, yo traigo prisa"... el que durante la protesta social estudiantil quema con bomba molotov a un policía al que jamás había visto porque "pssahueeevooo, pinches ojetes represores eso se merecennn" ...

Todo eso, combinado con un poquito de poder ¿saben qué da como resultado? Ayotzinapa. Tlatlaya. Aguas Blancas. Tlatelolco. 

La que me digan. 

Y ya, por hoy me despido. Pensemos en qué somos. Pensemos en qué queremos ser. Y pensemos si no, tal vez, en realidad somos lo que somos, y tal vez nomás decimos que queremos ser algo que realmente no queremos ser. Tal vez aceptarlo nos pondría en el camino de dejar de pretender que queremos respetar cosas que, ni entendemos, ni nos interesan...

¿Derechos?

¿Derechos humanos?

¿Ética?

¿Respeto a los otros?

¿Respeto a los pinches gays? 

¿Respeto al ojete vecino que ni me saluda?

¿Respeto a otras especies?

¿Qué es eso?

¿Para qué es eso?

¿Por qué yo tendría qué hacerlo?


2 comments:

Tinosoft said...

"¿Por qué yo tendría qué hacerlo?" porque si no lo haces tu, dando el ejemplo, quién más lo va a hacer.

Acá en tamaulipas hay las narcofosas y politicofosas de lo que te imaginas, no solo en ayotzipan.

EL PEATÓN said...

Exacto. Tamaulipas es otro de los sitios en los que el aire huele a muerte desde hace décadas. Y vuelvo a lo mismo... el problema va más allá de las autoridades.

¡Saludos!